Retornos de la Senzala en Brasil: orden, locura y democracia

Por: Juan Recchia Paez

Tres escenas de manifestaciones en torno al regreso de la Senzala en los acontecimientos actuales de Brasil. Retornos de la Senzala que surgen como problemas críticos en los que afloran disputas que laten en el seno histórico de lo social. Tres casos bajo una doble lectura: continuidades de una tradición colonial y, a la vez, irrupciones de voces de resistencia y rebeldía que hoy en día luchan por una nueva concepción democrática.

 

Fora PT e devolvam os pretos pra Senzala

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“Todo brasileiro, mesmo o alvo, de cabelo louro, traz na alma,

quando não na alma e no corpo a sombra, ou pelo menos a pinta,

do indígena o do negro (…) em tudo que é expressão sincera de vida,

trazemos quase todos a marca da influência negra.”

(Gilberto Freyre)

 

El primer escrito es de autoría anónima, se trata de un grafiti racista encontrado el 17 de marzo en los baños del Campus 45 de la Universidad Presbiteriana Mackenzie (São Paulo). Las puertas de un baño son el espacio de enunciaciones muchas veces silenciadas en ámbitos públicos que encuentran en estos modos del grafiti un lugar de publicación.

El autor indispensable que trabajó el espacio de la Senzala y el desarrollo de la esclavitud en el Brasil colonial del SXVII es Gilberto Freyre. En su texto de 1933, Gilberto trabaja la formación de la familia brasileña sobre el régimen de la economía patriarcal, para lo cual desarrolla y despliega las relaciones sociales en torno al espacio de la Casa Grande e Senzala característica del régimen económico establecido en el nordeste brasileño a partir de la explotación de la caña de azúcar. El texto busca analizar los componentes de la matriz brasileña de la época a partir de tres líneas de tradiciones culturales: la portuguesa/europea, la indígena y la africana. Su enfoque propone una ruptura con el colonialismo intelectual de la antropología física[i] y abre la lectura del racismo hacia la antropología cultural y la historia social. El gesto provocador de Freyre radica en invertir la centralidad de la línea europea para resaltar los caracteres indígenas y afros en los que se sustentan prácticas cotidianas de la “idiosincrasia” brasileña. Así por ejemplo, destaca los hábitos de higiene y limpieza propios de los indígenas a comparación de los portugueses e invierte la idea de libertinaje sexual como marca salvaje de los indígenas para leerlo como un carácter propio de tradición portuguesa[ii].

Desde este lado, el negro en Freyre se lee como “el mayor y más plástico colaborador del blanco en la obra de colonización agraria” y se vuelve un agente determinante, activo y creador, como parte de la misión civilizadora en un sentido europeizante. Lejos de haber sido apenas animales de tracción y operarios al servicio de la agricultura, los esclavos desempeñan una función civilizadora como “agentes de ligação” entre indígenas y portugueses. Su crítica apunta a la reducción conceptual que vincula de manera directa (y claramente podemos leerlo en el grafiti del baño) al sujeto afroamericano con la esclavitud: “A escravidão desenraizou ao negro do seu meio social e de familia.” Los negros, en este sentido fueron extirpados, desterritorializados de su medio social en virtud de intereses político-económicos dominantes.

Del otro lado (y aquí alertamos una invisibilización importante) Freyre y sus adeptos (como Buarque de Holanda en esa línea antropológica[iii]) prefiguraban una teoría de la “cordialidad” que entiende que “a potencialidade da cultura brasileira parece-nos residir toda na riqueza dos antagonismos equilibrados”. La idea de un equilibrio en paz que conformaría una estructura sincrética de la cultura brasileña es, como vemos, una falacia en muchos espacios de la práctica cotidiana actual. En el grafiti no se despliega ningún argumento más que la enunciación sesgada racista y retrógrada de pedido, de inmediato, de una reubicación del negro en el lugar del esclavo.

No sabemos el autor explícito de este grafiti pero como respuesta se han levantado varias voces en repudio a este tipo de enunciaciones racistas. Ver, por ejemplo, http://almapreta.com/realidade/ato-repudia-novas-pichacoes-racistas-no-mackenzie/

 

A Casa Grande surta quando a Senzala aprende a ler

Discusión -Retornos de la senzala

La película “Palavra e utopía” (Manoel de Oliveira, 2000) comienza con una escena en la que aprendices de jesuitas conversan entre sí.

-Queréis fazer-vos entender pelos indios, não é assim? Aqui o Antonio Vieira é o que mais deseja.

-Não é apenas desejo, mas por se tornar necessário para sua evangelização. E tambem para melhor os defender de uma escravidão igual à que submeten aos negros aqui desembarcados da África.

En la segunda fotografía observamos a una muchacha joven de pelo cuidado, piercing en la nariz, vestida de pantalón corto y uñas pintadas en celeste; rodeada de militantes hombres negros y mestizos que van armando una columna del PT en una de las marcha “pela democracia” (17 de Abril). La muchacha lleva pintada su cara emulando un diseño tupi y por sobre la cabeza porta una vincha de plumas rojas que combinan con la estética del partido. Para la fotografía (y por ende para nosotros los espectadores) la muchacha despliega el cartel con la consigna y se muestra de frente hacia la cámara con una mirada seria que busca exigir un acto de justicia.

“Leer” se entiende en esta fotografía por fuera de las nociones de placer o de ocio y se interpela como una forma de toma de consciencia, como fuente de acceso para romper con la condición de dependencia del discurso dominante. Leme Britto[iv] expone que en los últimos veinte años persiste una formulación tácita de que la práctica de la lectura es fundamental para el desarrollo intelectual de los sujetos, contribuyendo de manera inequívoca a la construcción de una sociedad más equilibrada en la que haya más justicia, productividad y creatividad. El valor de la lectura deja de ser una práctica social (múltiple y variada) para volverse un acto redentor, capaz de salvar al individuo de la miseria y de la ignorancia.

Al igual que en otras experiencias de la latitud latinoamericana, la enseñanza de la lengua portuguesa en Brasil tiene sus orígenes en la “conquista espiritual” llevada a cabo por los religiosos españoles y portugueses en América desde el siglo XVI. Fueron los jesuitas en Brasil quienes estudiaron la lengua tupí y realizaron las primeras traducciones de la Biblia. Están los casos del Padre Antonio Vieira (1608-1697) o el caso del Padre Anchieta (1534-1597) quien es considerado el primer gramático y padre de la literatura brasileña, fundador de la ciudad de São Paulo, cofundador de Rio de Janeiro y el estandarizador de la lengua tupí. A través del teatro jesuítico “de revista indígena”, Anchieta escribió obras pedagógicas que usaban el portugués y el tupí conforme los intereses y el grado de comprensión del público a adoctrinar.

La serie televisiva popular “Tudo o que é solido pode derreter” producida por la TV Cultura en 2009 (amén de su estética excesivamente blanca y de clase media-alta) trabaja el sermón como dictado de los padres de los alumnos de la escuela y transpone figuras paternas y autoritarias a la imagen de Antonio Vieira. La figura retórica del sermón trabajada en la escuela como un arte de la argumentación resalta aquí como método de enseñanza acerca de cómo vivir la vida, y de cómo se delimita lo que se puede y lo que no se puede hacer en sociedad. Los adolescentes Marcos y Thereza se encuentran fuera del alcance de las voces paternas y releen la implicancia del sermón en la escuela y la familia. El personaje femenino de Thereza, al igual que la mujer que sostiene el cartel en la foto, es el que incita a Mario a abandonar el lugar de la timidez para dar paso a la puesta en escena. La propia Thereza explica en voz en off que ayudar a Marcos se trataba, al final, de solo hablar, de una apertura al diálogo posible a través de la retórica (“el poder de la palabra” enuncia una de las figuras fantasmales que dialogan cotidianamente con Thereza). De padres superpermisivos, Thereza termina pidiendo, rogándoles algún tipo de sermón sobre qué está bien y qué está mal, qué se puede decir y que no se puede decir en el espacio público. La madre, psicoanalista, habla con ella: “¿Está acontecendo alguma outra coisa e não quer falar? Porque se tiver, você sabe, ne? É sempre bom falar, lembra, é sempre bom falar.”

Finalmente Thereza hace aparecer al padre Antonio Vieira en la sala de aula para corregir la exposición fallida de una compañera. El capítulo termina con Thereza explicando: “É isso o que devemos pretender de nossos sermoes: não que os homens saían contentes de nós; senao que saiam muito descontentes de sí.” Lo que parecía venirse como la toma de la palabra por parte de la adolescente, termina siendo un grado de autoimposición de conquista espiritual. El sermón se vuelve la forma discursiva por la cual, en cada uno de nosotros, se debe dar la autoimposición necesaria para la redención.

Son varios los ejemplos y distintas las perspectivas de las misiones jesuíticas y sus definiciones del otro americano. Pero inevitablemente, se teje un puente a la actualidad para hacernos la pregunta sobre cómo funciona la enseñanza de la lectura en la escuela y la familia que, en un alto grado, reproduce el paternalismo de los viejos padres de la iglesia europea en América. Hacer bajar la letra escrita a los excluidos se torna, por momentos, menos un gesto de apertura a la palabra del otro que un modo de conceder el espacio (negado) de una redención[v].

En estos sermones discursivos aparece, nuevamente, un tono reconciliador que hoy en día no podemos dejar de leer como peligroso en la medida en que sigue homogeneizando y estereotipando las representaciones del otro. Pareciera como si estos procesos de estandarización vuelven, rápidamente asimilados en la cultura actual, desde otros mecanismos en los que también y por supuesto entra a formar parte (porque si se trata de reproducir nunca falta) el mercado. Nuevamente, los “espacios de cordialidad” pueden leerse en los “sermones de redención” reproducidos por miles en el negocio de camisetas KALI, adquiriéndolas online aquí por sólo 49 reales: http://www.camiseteriakali.com.br/produto/camiseta-kali-a-casa-grande-surta-quando-senzala-aprende-a-ler/ O si se necesitan defensores de la educación, también se pueden contratar abogados que defienden estas causas: http://advogado.andremansur.com.br/a-casa-grande-surta-quando-a-senzala-aprende-a-ler/

 

A Casa Grande surta quando a senzala vira médica

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La última imagen es la única que posee nombre propio, se trata de la palabra personalizada de Susane Pereira da Silva posteada desde el facebook y compartida en varios ámbitos digitales. La estudiante tomó la fotografía en una casa que deja ver dos paredes de una blanco gastado y una puerta de madera barata. De claros rasgos de descendencia afro, con su pelo mota[vi], Susane está vestida con el delantal blanco de médica. Por debajo lleva una remera con una consigna política y en su brazo una calcomanía de los 50 años de la facultad. Lo que en la fotografía anterior aparece como una construcción simbólica del sujeto excluído (el indígena) aquí se encarna, forma parte y es constitutivo de la persona de Susane (la afro).

En este caso, la enunciación se vuelve un acto por el cual, desde una reubicación, la palabra del excluido se torna una amenaza para quienes se la niegan y la reposición de su cuerpo mete el dedo en la llaga (quizás más simbólica que estructural en estos gobiernos latinoamericanos progresistas) de los dueños de la Casa Grande. La consigna coloca el cuerpo real de la estudiante para reemplazar el concepto de “Senzala” como espacio a una connotación de “senzala” como mujer, como sujeto concreto, ella la senzala. Susane forma parte de grupos por la lucha y reivindicación de los excluidos y la foto apenas es un caso de sus apariciones en público, como la que se puede ver en el Encontro da Educação Pela Democracia, no Palácio do Planalto, em Brasília[vii] donde segura de su posición y en el marco político actual habla críticamente por la necesidad de más políticas educativas de inclusión. En dicha conferencia trae a mención las palabras de una profesora negra que nos remiten a formulaciones ya presentes en Freyre: “Não sou decendente de escravos, mas de pessoas que foram escravisadas.”

El dispositivo, sin embargo, aquí, es otro: la estudiante cubre su cuerpo oscuro no como un modo de ocultamiento para mimetizarse sino como un gesto de ocupar el lugar profesional y social que implica el guardapolvo médico. El discurso médico y la condición (o no) de ciudadanía son dos ejes históricos sobre los que se fundó el discurso de la república del Brasil bajo el lema “ordem e progresso”. La condición de ciudadano está íntimamente ligada a todo un conjunto de instituciones de control, con toda una serie de mecanismos de vigilancia y de distribución del orden. La herencia positivista de finales del siglo XIX pisó fuerte en la construcción del régimen republicano y el discurso médico-psiquiatra era una de las herramientas delimitantes de la condición de brasileño de cada sujeto. Expone Foucault sobre el lugar determinado de los locos y anormales en el siglo XIX: “Cuando esta gran familia (los excluidos) se vea totalmente recubierta por la categoría de la «degeneración», dará lugar a elaboraciones teóricas irrisorias cuyos efectos se grabarán sin embargo hondamente en la realidad social.” Susane se coloca el guardapolvo médico y recoloca el concepto de locura.

Ahora bien, y para ir cerrando, me pregunto ¿la entrada por una institución de conocimiento (recibirse de médica) otorga el estatus de ciudadano al sujeto marginalizado? En un punto sí y en un punto no; pero lo que sí ha producido este reposicionarse del cuerpo de Susane es la exacerbación y desplazamiento de la locura a las enunciaciones de los dueños de la Casa Grande.

Las reacciones que se vivieron en torno a estos enunciados fueron propiamente las que definen al verbo surtar como verbo regular intransitivo que significa enloquecerse, descontrolarse frente a una situación, ambición y elevación, crisis psicótica. Un punto cúlmine (hasta ahora) son las enunciaciones del 13 de abril en el Senado en la votación por el impechment definidos en palabras de la CNN como: “Entonces, realmente (el debate en el Senado) fue muy polarizado y en un tono muy feo que refleja el sentimiento salvaje en Brasil, ellos realmente dividieron al país de una manera muy peligrosa e inestable.” Hasta la CNN aquí, con un acento español en su fonética, desplaza el salvajismo desde el negro excluido a la voz de los senadores y diputados que se manifestaron en las sesiones pro-impeachment denunciadas, más de una vez, como golpe de estado. El reposicionamiento de Susane, leído en este contexto, es históricamente tan rupturista que descentra, desplaza y enloquece a los hombres (todos hombres, todos blancos en el gabinete de Temer) de la Casa Grande.

Como si cayeran los velos de la mezcla armónica de la cultura brasileña; la separación es tajante y no admite conciliaciones: quienes revalorizan la enunciación democrática y quienes, por la fuerza, el golpe y la difamación, buscan imponerse con manotazos desesperados de retorno al viejo orden.


NOTAS
[i] “que ao nosso ver não explicam inferioridades ou superioridades humanas, quando transpostas dos termos de hereditariedade de familia para os de raça” (304)

[ii]“É uma sexualidade, a dos negros africanos, que para excitar-se necessita de estímulos picantes. Danças afrodisíacas. Culto fálico. Orgias. Enquanto que no civilizado o apetite sexual de ordinário se excita sem grande provocações,sem esforço.”(316) Se trata de una excitación artificial. La perversión sexual es producto de las condiciones del sistema social y económico del régimen colonial; no se trata de una depravación propia de la cultura afro indígena.

[iii] El libro clásico de Sergio Buarque de Holanda Raízes do Brasil retoma los planteos de Gilberto Freyre y desarrolla esta idea del “hombre cordial”.

[iv] Para profundizar ver el artículo “Leitura e política” Luiz Percival Leme Britto en A escolarização da leitura literária da coleção Literatura e Educaçao, Ceale, Autêntica, Belo Horizonte, 2011.

[v] Pensemos aquí que redención etimológicamente significa “volver a comprar” y se usa también para referir a la obtención mediante el pago de la libertad del esclavo.

[vi] Como ella misma enunciará em el Encuentro pela Democracia: “Aos racistas: Com esse cabelo eu entro no hospital, no avião e no Palácio do Planalto”

[vii]Se puede ver su discurso completo en: http://bemblogado.com.br/site/depoimento-a-casa-grande-surta-quando-a-senzala-vira-medica/